Hace poco estuve en casa de mi cuñada
Carmela y nos puso de postre esta tarta, haciéndome recordar la cantidad de
años que no la hacía en casa. Hay varias versiones sobre esta tarta, pero lo
que es cierto es que fue un maravilloso error de una de las hermanas Tatin,
regentes, junto a sus padres, de una cafetería en Francia hace casi dos siglos.
Lo habitual es poner la masa primero y las manzanas encima. Esta deliciosa
tarta es un error de esos que se vuelven mágicos en cocina, ya que es una tarta
al revés. Fácil, sencilla, deliciosa, suave… Puedo seguir. La casa se inunda de
aromas de fiesta.
Ingredientes:
· 3
manzanas grandes
· 1
hoja de masa de hojaldre
·
200 cc de azúcar
· 1
cucharada de mantequilla
· 1
cucharada de vainilla líquida
· 4
cucharadas de agua.
Elaboración:
- Pelar y descorazonar las manzanas. Cortarlas en rodajas.
- En una sartén antiadherente poner el azúcar con el agua al fuego y
tostar.
- Cuando esté dorado, añadir la mantequilla y la vainilla. Apartar del
fuego inmediatamente.
- Volcar sobre un molde para meter al horno.
- Poner las manzanas de la forma que quieras sobre el azúcar con un
poco de rapidez para que se integren bien.
- Recortar el hojaldre en redondo para tapar las manzanas. Remeter un
poco por los lados.
- Meter al horno a 180º aproximadamente 30 minutos o hasta que el
hojaldre esté dorado.
- Volcar en caliente sobre un plato con cuidado porque suelta algo de
líquido.
- El azúcar, junto al caldo de las manzanas, empaparán el hojaldre.
- Aconsejo tomarla templada con una bola de helado de vainilla encima.